Mares de sal y duro temporal,
mares enormes como océanos,
mares desventurados y grises,
mares sin filo que recortar,
mares como viejas miradas de amistad
mares de antaño como brea de barco.
A veces,
mares son todos esos lugares que retumban
en inmensas llanuras secas de miradas,
en minúsculos arroyuelos del deshielo
eterno de las nieves del dolor humano.
Dolor sonoro de la propia yerba que se mece
al viento que grita el nombre de los culpables
esos que dañan sin sentido, sin partido.
A veces,
ese dolor se hace charco cuando la mar se crece
cuando la mar se olvida de su ser proceloso
y sin más, como el verdadero ser majestuoso
recupera su verdadera apariencia, su Querencia
y vuelve como la razón de nuestra existencia.
mares enormes como océanos,
mares desventurados y grises,
mares sin filo que recortar,
mares como viejas miradas de amistad
mares de antaño como brea de barco.
A veces,
mares son todos esos lugares que retumban
en inmensas llanuras secas de miradas,
en minúsculos arroyuelos del deshielo
eterno de las nieves del dolor humano.
Dolor sonoro de la propia yerba que se mece
al viento que grita el nombre de los culpables
esos que dañan sin sentido, sin partido.
A veces,
ese dolor se hace charco cuando la mar se crece
cuando la mar se olvida de su ser proceloso
y sin más, como el verdadero ser majestuoso
recupera su verdadera apariencia, su Querencia
y vuelve como la razón de nuestra existencia.
Su propia libertad reflejada en nuestra mirada.
5 comentarios:
Gracias Josu. Hice mía tu poesía. Me la apropio. ¿Me dejas?.
Gracias por tus palabras que abrazan, que "aquerencian"...
Alicia.
El mar ha sido siempre fuente de inspiración para los poetas, como lo es la luna, las estrellas...
En alta mar, había un marinero,
que la guitarra gustaba de tocar
y cuando se acordaba
de su patria querida,
tomaba la guitarra y poníase a cantar:
En alta mar, en alta mar, en alta mar.
Hay tantas canciones inspiradas por el mar.
A veces Blas, sólo a veces los mares son hercúleos, titánicos, desmedidos.
Otras, seguro que las más, son afables, portadores de tranquilidad, sosiego, nostalgia.
Quedémonos con los segundos...
Abrazos
No creo que nadie concentre más emociones ajenas que el mar. A mí me tiene enamorada.
Hay muchos mares, tantos como sentimientos proyectemos en él. Hatsa nosotros mismos somos un mar constituido de miles de gotas al azar que, de cuando en cuando, pierden el límite y parten rumbo al infinito.
Un beso.
Bufff, ¡Que pasada de blog!
Intento aprender sobre el S.XVII, que cada vez me interesa más.
Voy a enlazar tu blog, si no te importa, el mio está cerrado por falta de inspiración, y además porque es un cutre-blog.
Increible hallazgo, y mira que busco poco blogs de este estilo, pero los encuentro, vienen a mi, tengo uno enlazado con este mismo formato, será que los caballeros de la Edad de Oro, tenéis demasiado en común.
;)
Publicar un comentario