Es luz y es destino cuando el tiempo de los logros se apresta
es muerte en el camino la llegada del viento sobre la tierra.
Hojas secas, leves, cayendo como planos sin motor entre la floresta
su majestad otoñal se acerca, sedientos sus caballeros de impía guerra
vencerá como tantas veces ya hizo, será vencido por el gran General.
Mientras tanto las capas harán su aliño posándose sobre pieles de cristal
que huérfanas al cielo miran esperando una señal, algo que los guíe por el árido arenal
que no llega, que no alcanza, que ver no se deja, ilusos siempre como la espera
de inútiles cielos que de azul se disfracen para esconder un instante la perenne tristeza.
Su majestad otoñal ha llegado a estas latitudes, nadie podrá evitar lo que en los rostros que me cruzo al bajar desde Atocha a la Soledad me encuentro. La inminente invasión de rutinas disfrazadas de fin de fiesta y rebajas en las tiendas, de uniformes colegiales bajo paraguas abiertos.
Despiértame
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Despiértame
No estoy preparado.
Retumban los tambores al combate vital,
Pero no hay mimbres preparados
Solo mar que capear para ganar en su andar
Contra el t...
Hace 12 años
2 comentarios:
hmm! siempre veo batsante de tristeza cuando ando por las calles, no porque la gente esté triste en serio, sino acaso por la imagen misma de toda esa parodia..., no sé si me explico.
Parece que da lo mismo, si es Baires o es Madrid,
un gusto para mí también, andaré leyéndolo.
Si que puede ser así, todo es una parodia, la alegría es algo que se lleva como la ilusión o el ideal. Da igual la época del año.
Hay poco de aquello a la vista y a veces no cuesta mucho hacer parodia.
Gracias entre nubes que me impiden ver la luna.
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