Espera que permanece en sus trece,
trémula añagaza que anula la primera
paz por el deseo de bendita ensoñación,
por la tremenda ventura de lo que vendrá.
Valiente cerrazón la que provoca esta
extrema minutada sin sencillo perdón
larga estación en la que mi mente desvive
por mantenerse a flote, en calma y sin dolor
Sueño que sueño, pero tan solo hago
que aburrir de sobrado al propio dueño,
el que lo es sin rival de mi corazón
trémula añagaza que anula la primera
paz por el deseo de bendita ensoñación,
por la tremenda ventura de lo que vendrá.
Valiente cerrazón la que provoca esta
extrema minutada sin sencillo perdón
larga estación en la que mi mente desvive
por mantenerse a flote, en calma y sin dolor
Sueño que sueño, pero tan solo hago
que aburrir de sobrado al propio dueño,
el que lo es sin rival de mi corazón
La púrpura, brillante y bendita ilusión
4 comentarios:
¿Cómo le haces? ¿Dónde está la fórmula? Mis respetos para la métrica que usas en tus poemas.
La fidelidad a tus temas también es digna de alabarse.
Un beso mi Blas.
Buena salud a todos.
La ilusión, amigo Blas, es la que mueve el mundo. Bendito tú, que tienes ilusión, aunque eso te lleve a una amarga espera.
Conociéndote, seguro que lo amargo da paso a lo dulce sin más demoras.
Pero eso si, no te quedes sin ilusion.
Besos amigo.
Como Penélope, tenía la ilusión de que el que tanto amaba regresará, y cuando lo volvió a ver ya no era el mismo...aquél de sus sueños...
Saludos desde México
Sueñas que sueñas... ¿Vamos a disfrutar la realidad?
No vaya ser que de tanto soñar se nos escape de las manos.
Un poema bello por donde lo mires.
Mucho de nostalgia y hasta quizás de impaciencia descubro en él.
Un abrazo de paz.
Alicia
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