LA MODA Y EL FUTBOL

Esto de la moda cada año me sorprende más. Igual es porque me fijo y antes no me percataba de la locura esta de los trapos sin sentido, cosa que aún no se en que diferencia con que los de la “Y” nos hagamos de unos colores, escuchando los programas radiofónicos en la medianoche, implicándonos en las polémicas, defendiendo tácticas, entrenadores, jugadas a menudo indefendibles, todo por que son nuestros colores. Encima de ser lo mismo muchas de las que acarrean en su ADN las dos “X” se ríen de nosotros, los de la Y, con una superioridad aplastante.
Ahora bien, si nos diera por un casual por ponernos al análisis y estudio profundo de esto de la vestimenta estival y sus diferentes combinados, ¡he aquí donde encontramos la borreguez mas flagrante que uno pueda toparse sin buscar con gran esfuerzo!.
El verano pasado veías con harto dolor a tanta belleza en cuerpo y alma, ocultar lo primero entre unos pantalones vaqueros con una cintura baja y los correspondientes bolsillos rayando las rótulas por la parte trasera, ni querer mentar lo del tanga cuando se producía alguna genuflexión inesperada de la portante de tan fino artilugio. Al ver a tanta gente desparramar su belleza por ese abismo textil, inocente que es uno, me preguntaba el por qué de tal disfraz, a lo que las respuestas que me alcanzaban no superaban la tan manida frase, “es que se lleva”. Convendréis conmigo que esa frase y la de “el fútbol es así” son fotocopias de las misma imbecilidad.

Este año ya parece que la cordura en lo que a beldad mostrable se refiere está en franca recuperación y las cinturas suben arrastrando consigo a los bolsillos traseros; eso si, no será porque las de las dos X lo hayan decidido, no. Lo han decidido los pastores estos de la moda. Bueno, decir que estos días me estoy fijando que hay una proliferación de alpargatas taconeadas, culminadas de unos lazos a modo de maromas de distintos colores. La verdad es que me gustan pero, y vuelvo a preguntarme, ¿por qué este año y no el pasado?.
Mi propuesta de partida como prueba es la siguiente: cambio dos entrenadores de fútbol colgados de las ijadillas, por sendos críticos/sastres/modistos en similar guisa. Cambio dos meses de fútbol por ver a tanta belleza al sol vestida como a ella misma le guste más, cosa que seguro le va a favorecer en el exterior y en su interior por sentirse mas ella misma. Y, además, dos meses sin fútbol serán duros pero también nos ayudarán yo creo a poner en danza alguna neurona más.
De todas maneras reconozco que no entiendo esto de la moda, como ellas no entienden eso del fútbol. Otra cosa que si veo que tienen en común ambas borregueces es que detrás corre el dinero y juegan con sentimientos, diferentes los unos de los otros, pero juegan con nuestros sentimientos.