miércoles, 26 de febrero de 2014

Al Sol y al Viento




Cuando hueles tu propia rendición avante de tu andar,
cuando la tristeza en forma de amenazantes nubarrones de recio temporal
amenazan la nave vital que tratas de gobernar
es cuando me enseñaron a morder el labio superior y capear.



Pero la mar de esta vida puede ser tan cruel como intemporal
y se ha de resistir hasta que las vías de agua se hagan de índole mortal
o la fuerza de tal galerna de grado se diluya sin explicación
brotando un sol al que creías haber tenido ya que olvidar.




Abierto a la mar vital, océana y sin final por la que avantear,
sin esperas, sin otra cosa que esperar que un nuevo temporal
con otra lección aprendida, con otra actitud a tomar.
Con la brújula de los principios sobre  la bitácora
para tener clara siempre la derrota y saber el rumbo a tomar.


Gijón, 25 de Febrero de 2014