lunes, 29 de agosto de 2016

Rompe Los Cristales



Rompiendo aire, avistando vida entre humo y perdición,
renegando, retornando al mar abierto otrora lejano
donde tiemblan  los que en verdad reniegan
de la brisa que aviva el flequillo de quien se atreve.



Temblorosos nos fabrican, nos visten, pues siempre llueve
para nunca encontrar paraguas que blindado te proteja.

Mente libre de la fe inoculada a golpes de miedo,
mente que arrasa sin mal, sin dolor, ni escalas,
arribando sobre el viento redentor que nos aturde
para virar al mismo y su derrota reventar en la pared.

Ojos que renuevan la visión, oídos que reciben la pasión
paz desde tu combate, sin límite, deudas y atrasos.
Palabras malditas otrora vestidas de desengaños
letras escritas  en nuevas hojas sin reglas pactadas



Día tras día, mirando la pared, pintada de destellos de artificio
día tras día, destellos reales tras ella, sin alcance por los que desertar.
Cómo romper el muro, cómo verter tu fuerza sobre su cimiento,
derribarlo, encontrando la verdad del interior propio en su mar.

Y ese muro, como el viejo Cabo Imaginario, ya doblado.
Al fin, viento, humos, mares, perdición, todo junto encontrado,
el Viaje, Ítaca, pura vida agreste sin vendajes ha retornado.



Camino largo,  con muchas mañanas en puro verano
Ítaca como destino, sin excusa, fecha, hora o minuto.
Solo el viaje y a quien en tal singladura me pueda encontrar.



jueves, 25 de agosto de 2016

28/11/10, 25/8/16.




Golpe de viento sobre derrota ha tiempo perfilada,
distinta ola, la misma mar,  silente, ya abandonada,
incapaz  de virada en redondo o terrible trasluchada.


Este navío, en conserva pendiente de Eolo y su soplo,
mas el soplo no fue, el soplo se fue, un 25.
Lejanos, otros mares  avistados a popa otro 28,
donde se forjó hacia estas alas en el viento una promesa.
De su tornaviaje hoy la siento ya cerca a cumplir su destino
sobre las alas de esta nave engolfadas en el ansia de su  calor.

28 /11/10, 25/8/16.

Números, mas deltas tristes de un mismo caudal,
sonrisa sobre el puente, marcado rumbo original,
proa abierta a la pasión y la calma, ¡fuera de puntas!


Ganas abiertas al fin  de avantear.
Tras mil millas frente a viento y mar, el mismo ser,
Vientos, los mismos, miedos, tantos o más
mordiendo el labio, avanteando a golpe de ola,
ganando barlovento al gris del cantil y su fondo del mar.

sábado, 20 de agosto de 2016

Caballo de Troya



Viejo caballo al trote silente,
estático, pero presto al galope
cuando la vida por ti soñada
se hiciera presente entre pulsos retenidos
 por la estela vestida en la larga noche.


Fortaleza ganada al tiempo agreste, piedra a piedra
entre silencios y pulsos, a cadente golpe de derrota
por el que siempre se aprende, aunque nada se comprende.
Secas estaciones tan solo regadas por diamantes  en pares.

Desconocido te adentraste entre las recias murallas
sin pensar, sin más. Abiertas las puertas, los fosos vencidos
prendiste su corazón en llamas, ciego tras la conquista;
mas las murallas erguidas, perennes, no fueron apartadas.
Lo aprendido, por el tiempo a fuego en la piel tatuado
olvidaste con tu propio fuego borrar de su impronta.



Caballo que abriste la entrada, dando paso al viento
sobre un aire cargado para  ese cerco domeñar,
sin el suyo sentir, el suyo vivir, el suyo desear,
cayendo en la ceguera cruel, en la misma destrucción,
dolor al que derrotar y sin embargo  al fin redoblar.

Duele el alma, llora la ciudad,
destruida esta, abandonado tú en el estertor.
No hay victoria en uno sin derrota en él mismo  
pues lo que no es compartido; caballo, muralla,
 siempre volverá con dolor, resabio y sin compasión.