“…Pero ¿usted sabe – dijo – cuántas ocasiones me he dejado ya perder, cuántos sueños se me han escapado de todos los que me han salido al paso? – Movió aquí la cabeza con nostálgica expresión-. Se me antoja que bien hermosos hubieran sido algunos, con sólo que yo hubiese puesto los medios para que se realizaran ¿Sabe usted cuántos son? Tal vez ni yo mismo lo sepa…”
(Lord Jim, Joseph Conrad)
(Lord Jim, Joseph Conrad)
¿Cuántas ocasiones han pasado ya por el costado algo herrumbroso de mi nave vital? No las podría contar, aunque sí podría contar cuantas aún las percibo y las huelo como verdaderas puertas, reales puentes hacía un sueño que esperaba ser transformada su virtualidad en puro filón de realidad.
Momento en los que las prisas por alcanzar determinadas metas impuestas por una vida ordenada desde algún lugar recóndito del pensamiento te mantuvieron el rumbo y el andar hacia la senda que debía y parecía ser la correcta.
Realmente aquellos sueños hubieran traído en sus bodegas el premio de la felicidad vestida de calma, de pasión, de seguridad o de aventura; quizá lo hubieran hecho. A veces creo que simplemente esto es otro sueño elegido que de virtual lo trasformó en palpable realidad vivida. Si en el momento de la opción concreta por alcanzar determinado sueño el golpe del timón hubiera sido en su enfilación, entonces la realidad sería aquella y este el sueño perdido con los demás en ese saco a veces de pura nostalgia. Quizá esa desconocida realidad de apariencia prometedora y fantástica tendría también sus dolores y rencores, sus alegrías y honores. Quizá esta realidad convertida en un sueño tendría los visos magníficos del verdadero placer virtual, como lo tienen los recuerdos muchas veces por nuestra protectora costumbre de olvidar el mal sufrido.
¿Cuántos sueños viajan con uno mientras mantienen su identidad de meca inalcanzable de la pura felicidad? Muchos, cientos, de todo tipo; sueños inesperados se que aún llegarán y que unos quedarán como tales mientras el trasunto de algunos los harán realidad posándolos en el suelo de lo práctico y efectivo, de lo mensurable y por tanto adaptados ya con su parte gris. Serán la realidad de ese sueño que permite mantener en sueños nuestras internas realidades, personales e íntimas y que con la debida imaginación nos permitirán navegar, volando entre nubes de grises con la sonrisa de saber que la realidad no es más que tu propia imaginación hecha carne y materia a la que tú serás quien aportes los colores mínimos que suplan e intenten así igualar a los que mantengas guardados en tu propio interior
Seguimos renunciando porque seguimos decidiendo. Seguiremos soñando hasta el final en el que la falta de tales sueños demuestran el verdadero final.
A los que sueñan en verdad y sobre todo despiertos que muchos sois y con vosotros me hago uno mas.
1 comentario:
A los que sueñan en verdad y sobre todo despiertos que muchos sois y con vosotros me hago uno mas......
Me ha encantado, y como soy soñadora, me uno.
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