domingo, 16 de noviembre de 2008

Tus brazos, mis brazos, sus brazos


Malos vientos parecen soplar
desde interiores, recónditos lugares,
bastiones humanos difíciles de encontrar
tras ramajes como hastío, vacío dormir y olvidar

Brazos firmes que poden semejante bosque,
malas hierbas, madera que pudre sin piedad
por dañar el corazón que da vida sin maldad.
Mientras, los elementos viejos pesan como yunque
empeñados en hundir cuello con soga en la procelosa profundidad
en una mar de ruda desesperanza que solo lleva al tiempo de soledad



Estos son tus brazos,
esos son mis brazos
aquellos son los brazos.
Todos juntos somos tus brazos,
podaremos malas hierbas, bosques y ramajes
hasta encontrar el corazón que hay tras sus negros presagios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

GRACIAS, MIL GRACIAS