miércoles, 19 de noviembre de 2008

Zarparon las naves... pero volverán,

Volverán protegidos por la amistad, engolfando sus velas de amor, rellenando sus bodegas de tal tesoro, como alma de su compás que nada pide y todo es capaz de dar.
Zarparon las naves... pero ya están volviendo.




Recuéstate,


tu dulce cabecita está agotada.


La noche cae,


has llegado al final del viaje.






Duerme ahora,y sueña


con los que vinieron antes que nosotros.


Te llaman


desde lejanas costas.






¿Por qué sollozas?


¿Qué son estas lágrimas sobre tu rostro?


Pronto te darás cuenta


de que tus miedos van a desaparecer.


Estás a salvo en mis brazos,


dormido.






¿Qué ves en el horizonte?


¿Por qué llaman las blancas gaviotas?


Cruzando el mar,


una pálida luna se eleva.


Las naves han venido para llevarte a casa.








El alba se volverá


cristal de plata,


destello en el agua.


Todas las almas se marchan.








La esperanza se desvanece


en el mundo de la noche,


entre sombras que caen


del tiempo y la memoria.








No digas


que todo ha terminado.


Blancas costas nos llaman.


Volveremos a encontrarnos.








Y estarás aquí en mis brazos,


dormido.






¿Qué ves


en el horizonte?


¿Por qué llaman las blancas gaviotas?


Cruzando el mar,


una pálida luna se eleva.


Las naves han llegado para llevarte a casa.








Y todo se volverá


cristal de plata,


destello en el agua.


Las naves grises zarpan


hacia el oeste.








Y zarparon las naves,
apoyadas en profundos pilares
ligeros como verdades.
Ha poco que lo hicieron,
mas estoy seguro que volverán
entre brillo, vítores y honores
por ser fieles a la amistad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como una nana que nos arrulla en sueños de magia y belleza,
de los albores del mundo
que apenas puedo ya sentir con la punta de mis dedos
y que mi corazón ansía recorrer una vez más,
me pierdo en los ojos límpidos del viajero
y me encuentro en ellos.
Las naves zarparon entre las sombras
desprendidas del tiempo y la memoria,
y su estela es mi anhelo.
Despojados de todo,
cuando nada queda,
brillas con más fuerza.
Volverás,
mi amigo, creces en la distancia,
admiro tu valor,
mi amigo, mi hermano, compañero.
Desde los tiempos antiguos
tu alma me reclama,
¡ya voy!

Francisco Méndez S. dijo...

primera vez que Paso por tu blog, y me ha gustado.

muy buena la poesía, y el señor de los anillos, un gran libro y pelicula también.

Saludos

MATISEL dijo...

Me ha encantado este poema tuyo, sencillo y que dice tanto, es como una bella nana.

Besos