Lágrimas que aturden el sueño
entre la brisa leve del terral sereno
nocturno, como mis pensamientos sin veneno
bajo los destellos lánguidos de su cielo.
Agradable tapiz tan verde como oscuro
húmedo, frío que sin poder lo intenta
a este corazón oxidar en herrumbre sin credo
cual buque varado y sin mas olvidado.
Las miro, mientras se desbordan y me inundan
rayando el cristal de mis ojos en infinitos trazos
que son las mismas decisiones en diferentes brazos
bajo el silencio de la felicidad que borra la perenne duda.
Las luces del faro ahora envidioso en su torre
tratan de rasgar sobre la mar el oscuro telón,
como tus besos tratan sin tregua de asaltar mi corazón;
mientras, lloran Las Perseidas por morir sin llegar
igual que ese barco fondeado frente a la bahía,
metálica estrella de mar que sin color se oxida
esperando recalar al fin en la tierra que ansía
por ser su sino, su destino y de su camino la guía…
No me despertaré ya de este día,
no lo haré mientras una lágrima en su brillo alado
logre aún llenar de sueños este corazón oxidado.
Cielo de Deva, noche del 13 de Agosto de 2011
1 comentario:
Un pobre corazón oxidado con buenos besos que lo asalten puede convertir los castillos de arena en hierro fundido inoxidable a las penas capitán, sobre todo bajo las hermosas lágrimas de san lorenzo.
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