Y no amanece mientras el Ánimo aguarda
a que la tarde se apague en el último rayo
abandonado como viejo navío sin dueño
sin otra maroma que la que al fondo lo retiene.
a que la tarde se apague en el último rayo
abandonado como viejo navío sin dueño
sin otra maroma que la que al fondo lo retiene.
A su alrededor inertes orillas gritan silenciosas
marcando el tedio de la absurda espera sin otro sentido
que la vuelta dé una moneda ya sin esperanzas,
donde su cara verdadera haga de su cruz un nuevo camino
por el que engañar un rato mas al testarudo destino.
Cree el Ánimo como lo haría el incrédulo Santo Tomás
mientras espera que sin esfuerzo todo quede atrás.
Mas sabe de los dioses inexistentes que ríen de su ilusión
sabiendo que estará perdido si solo confía en su corazón.
Ánimo que resoplas por dentro:
¡Ensilla el caballo, acopia arcabuz, ropera y daga!
¡Pon en marcha tu vida, no permitas jornada aciaga!
Kronos a ritmo del compás impasible dictará su sentencia,
sin importar el cuándo, pues él es el dueño de tal secuencia.
Kronos seguro, no lo dudes, arribará
pero presto y dispuesto te encontrará.
2 comentarios:
Siempre le he tenido manía a Kronos, pero en fin.......
Estes versos foram inspirados em tuas palavras (muito embora, amigo, eu só saiba o português do Brasil):
(Dos sonhos)
Há no amanhecer
Um navio a nos conduzir
A sonhos possíveis!
Publicar un comentario