jueves, 12 de noviembre de 2009

Recibes cuanto das.



Abanica con tu mano el vendaval de la rutina
mientras la plomizas cortinas por ello pesadas
ocultan lo que es real sin falta de hadas
con varitas sin vida escondidas bajo su propia pátina.





Vientos sonrientes al entregar sin apenas ofrecer
valores eternos llenando el alma de ambos
por sentirse de innecesarios cielos ahítos y plenos
al compartir necesidades sin mal, que la unión hace crecer.

Mil veces volveré, mil veces volverás
y siempre frente a un espejo te encontrarás
pues cuando se siente no es necesario más.

Amistad, inmensa palabra que su simple sentido aturde
a quien ose su valor tocar sin en verdad catalogar
pues tan solo es una enorme nube difícil de alcanzar.



Para alguien que no sabe ser de otra manera.
Para quién no alberga más que franqueza y lealtad.
Para ti Sé.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Blas:

Has adornado un poco más si cabe este blog, con una de mis canciones favoritas. Y ahora mismo voy a escucharla por ¿3000ª vez en mi corta vida?.

Alfonso Saborido dijo...

Sí que es un bonito regalo :)

Alicia Abatilli dijo...

Amistad, sentimiento incondicional.
No sé si es una enorme difícil de alcanzar, creo que es un arco iris al cual no todos podemos trepar, pero cuando lo hacemos no lo abandonamos más.
Te dejo un abrazo.
Alicia

Anónimo dijo...

Amistad como llama eterna
que el viento no apaga
sino aviva.