domingo, 10 de mayo de 2009

Horas Perdidas.

(Crónica de un sentir bajo la común terciana que nos invade)

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Es como el sueño en el viejo verano de las noches perdidas
peleando entre luces ciegas plenas de un falso resplandor.
Son las vidas falsas,
como estolas en negro que flamean al ser recordadas
sobre un viento humano por terrible y asimismo trepanador.

Ciega sordera embutida entre su inerte deformidad,
grosero dibujo que solo provoca la desidia de lo nunca comenzado
por ser fruto de vidas anidadas entre mil lazos aprisionados con maldad
por siempre noqueadas entre lamentos sobre lo inacabado.

Vuelven los vientos perpetuos por el recuerdo de su propia melancolía
en fiebres tercianas que retraen la respiración libre de quien la desea;
que aturden miradas mientras renacen viejas frustraciones ya sin salida.


Cierras las ventanas mientras apagas las luces sin conseguirlo bajo tu mente.
Sólo queda aislarse, esconder y esperar a que se detenga la tensa calma,
para así dejar que los fantasmas reales retomen su hogar mas al este.
Para que al fin retornen el Deseo, la Ilusión y la Vida como el verdadero frente
que sin tregua, duda o temor planten de nuevo su bandera vehemente

sobre la bendita torre de tu Alma.







1 comentario:

Anónimo dijo...

Amén...........