Alumbran los soles de la ilusión
vertiendo su fuego sobre la desesperación
inerme y vencida por verse pura ceniza
ante impetuosos mares de brillos infinitos.
Tu voz leída, tu mirada sentida
acaba por hundir sin quererlo un pecho
en barrena de robusto a maltrecho
por imaginar tu verdadera partida.
Pleno es el verano, repleto de soles
como crestas de mil mares
que duelen por verse lejos,
por no poder sentirlos parejos
en el baile vital de los viejos “sentires”
por los que este corazón se duele en sus ojos
en forma de poros, suspiros y eternos silencios.
Alumbran los soles de la ilusión
hijos naturales de una vieja desazón
que parece dar aire a la asfixia contenida
por no buscada en cambio asumida.
Me duele lo que no se explica
por intuirlo sin siquiera poder evitarlo
mientras el alma vuela sin mirar su destino
encontrado sin saber entre tus brazos
involuntarios dibujantes de la rada de tu corazón.
Océanos guardados en un mundo minúsculo
por caber en tu propia mano virtual
perdida en vidas ya “existidas”,
adoradas cuando la noche era el día,
repudiadas por oscurecer tu alegría.
Ilusión convertida en pura fe contra la razón.
La que ha de traer la nave.
La que ha de volver.
La que te ha de dejar marchar.
5 comentarios:
Es tan bello que me conmueve..
Ese irse y quedarse, como todo buen marino.
Ese transcurrir y ser
Hermoso, feliz aquella a quien le escribes con esperanzas.
Un abrazo.
Alicia
¡Qué bellos versos!¡Ojalá me alumbrará un sol de la ilusión!
Desde México un saludo.
Que prevalezca la ilusión, forma parte de la vida misma.Luche, no deje que anide la desesperación.¡Mucha suerte!
Ana
¿Como puede caminar la belleza de la mano de la ilusión?
Basta con leer tu poema para saberlo.
Precioso trabajo. Felicidades.
Un placer leerte :)
¡besos!
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