lunes, 6 de julio de 2009

Tu Puerta a las Estrellas...

Pequeña puerta que abre paso a las viejas estrellas donde la vida se mueve como la que tu vives sin saber a ciencia cierta por qué. Bisagras virtuales son como las siete coordenadas que combinadas te llevan al mundo desconocido que a veces esta en el mismo corazón que palpita en tu interior. Viejos dioses, tradiciones desconocidas, lenguas muertas a punto de nacer por tu poder grabado entre el hambre por conocer y el miedo por ser destruido.


Amores no reconocidos por ser del todo negados en el mismo subconsciente que lo mantiene vivo, por la misma razón de ser ocultado sin éxito. Mientras, tu vida se descompone una y otra vez para volver a componerse en la misma historia que es intentar lo que ya esta alcanzado. Imágenes de personas que como amigos y enemigos se presentan ante ti con la esperanzar de vencerte o aliarse contigo, humanos que viven otras vidas sin haberte esperado nunca y por ello a veces encontrado en ti lo que buscaban y en cambio otras la rabia de ser abordados los hacen reacios a tus deseos.



Viejas religiones tan distintas como idénticas en su objeto se muestran en cada lugar que tu nueva integración como humano te lleva. Chamanes vestidos a la vieja usanza, llamas eternas sobre pebeteros de humana fabricación que algunos pretenden hacer divinos, dioses del mismo tiempo, o del puro viento. Mundos sin dioses que reflejan la frialdad de no tenerlo, la perfección cuasi irreal de tener todo regulado de manera exacta sin opción a la misma posibilidad de variación. Mundos ajenos a nuestra caduca necesidad de divinos amos externos y sin forma que no existen pero que asimismo nos dan la posibilidad de desobedecerlos por la misma razón de su inexistencia.


Vuelves del último viaje y encuentras el mismo mundo cada vez más pequeño pero igual de grande para tu corazón que no termina su pálpito cuando ya busca el siguiente entre miradas, entre libros, entre silencios. No sabes que tu verdadero viaje no tiene más de tres, treinta, trescientos metros… quizá algún kilómetro más, pero que es tu mismo cuerpo con el que puedes ser capaz de llevarte al final de la búsqueda mítica de El Dorado de tu corazón y la vieja veta de oro de la mina del Rey Salomón de tu conciencia.


En realidad lo sabes pero no te atreves y continuas la búsqueda entre mundos que por desconocidos y peligrosos son fáciles de recorrer sin enfrentarte tu mismo contra ti, pues semejante navegación te da la palabras justas para justificar el esfuerzo vano.


Por qué no dejar de ser el anfitrión de tu corazón para sentirlo mientras con él te fusionas. Por qué no renunciar a la vieja historia de “los antiguos”, dejar símbolos de sacrificios, torturas y marchas solemnes ante estandartes con forma de hombre, de sol, de viento, de fuego. Por qué seguir temiendo a lo desconocido y en tantas ocasiones adorado y no compaginar la consciencia de tu vida con la de los demás, saber que eres tú el responsable de tus acciones y que no has de esperar a “otros mundos” humanamente imaginados diluyendo la responsabilidad el que el mal comete y asumiendo la recompensa ideal quien es mortificado en la misma tierra que pisas.



Que nadie dude que la “cosa divina” no es otra cosa que la huida hacia delante de quien no desea ser responsable de lo hecho frente a sus semejantes… Crea lo que crea cada quien.

5 comentarios:

Alicia Abatilli dijo...

Esa puerta que abre la belleza y la esperanza.
Un abrazo.
Es grato leerte.
Alicia

Anónimo dijo...

Y lo que me encantó esa película..........Si es que soy una friki.........

Anónimo dijo...

Una puerta propia, a veces inaccesible.

Veo que las musas han vuelto, aunque más bien nunca se fueron...

Armida Leticia dijo...

Ante comentarios tan bellos e inteligentes, yo sólo te dejo un saludo desde mi México lindo y querido.

galilea dijo...

"Mientras, tu vida se descompone una y otra vez para volver a componerse en la misma historia que es intentar lo que ya esta alcanzado."

Tal vez, por esa razón abrimos puertas...

Es un placer leerte, delicado el escrito como delicada la música que nos regalas.

Felicidades.

Un abrazo.