Vientos que sopláis donde mi alma respira,
regalo caprichoso de los viejos dioses irredentos
de mil formas nombrados por el hombre imaginario,
superados en todo por la tormenta y su origen incierto
que sin desear hacen de su piel un inesperado sudario.
Odre que roto los devuelve al cielo donde pacientes aguardan.
Frio o dulce, Boreal o Céfiro, nombres que así dan fe a quien la busca
por creer saber desde su origen el color invisible de sus calmas
mientras ellos amenazan sus galernas y tú preparas tus cuadernas
agitado por verte acabado ante la recia e inminente borrasca.
Gregal y Maestral como hermanos escoltando al Septentrión
observan a poniente y levante enfrentados por la estima de Poseidón
mientras la mano y el alma se aferran a la escota y la fe que calma.
Viejo odre por hombres rasgado,
Vieja humana ignorancia de su pobre importancia
Para siempre sufrida por lograr embocar el camino adecuado.
2 comentarios:
En México han estado los vientos muy fuertes,pero han despejado el cielo, que se ve de un azul intenso. El Dios del viento entre los aztecas era Ehécatl.
¡Te deseo felices fiestas decembrinas, desde México, un abrazo!
Uys, hoy no me apetece que haga viento. Está el día gris y algo frío, pero hoy Eolo está de resaca.
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