jueves, 20 de septiembre de 2007

Mis Posibles Siete Pilares de la Sabiduria (1)


Ando leyendo y releyendo, no se si cuatro o cinco veces cada párrafo de ese libro sobre la gran epopeya de Lawrence de Arabia, titulado “Los siete Pilares de la Sabiduría”. Esta mañana, en uno de mis últimos paseos por la bahía de San Lorenzo que mira siempre a la mar, pretendiendo quedarme con todas las sensaciones sonoras, visuales, intentando grabarlas a fuego para después desinfectar la herida con el agua salada de este Cantábrico que no se amilana ante el Océano más al norte y su presión entre temporales y vientos, me vinieron a la cabeza una y mas frases escritas por este hombre tan especial para mí desde que mi padre me llevara a ver la película hace mas de treinta años (¡puf! Ya son).
Recuerdo el cine oscuro, pocas imágenes, pero lo que de verdad recuerdo es la sensación de deslumbramiento interno y externo. Supongo que ver aquellos desiertos terribles, su convicción, su compañerismo; todo aquello me impactó. Muchos años mas tarde vi la película y no era lo que yo tenía en mi recuerdo, sin embargo el deslumbramiento ya era imposible de eliminar de mi pensamiento.
Es un libro denso, enorme y en el que su opinión sobre los árabes como cultura, su relación con las tres religiones monoteístas de occidente, todas ellas nacidas en su cuna, tantas cosas tan bien expresadas, definidas, que casi no importa si estuviesen equivocadas ( dudo que lo estuvieran aunque es la opinión de una persona).
El caso es que todo me llevo a pensar en cuáles serían los verdaderos siete pilares que habrían de darnos la sabiduría a unos humanos como el que suscribe o similar. Y me he puse a ello entre caricias de la mar sobre mis pies.
Considero que el primero es un tamdem de dos. Duda y Reflexión.
Duda de forma sistemática, duda positiva sobre lo que se plantea uno, nunca por miedo, sino por hacer lo correcto. La duda elimina los dogmas de un plumazo pues estos no existen aunque parezca que sí (¿dudas?). La duda hace replantear las cosas, ver otros puntos de vista, reflexionar sobre lo hecho o a punto de hacer, lo decidido o a punto de decidir. César esperó frente al Rubicón, dudó, valoró y al final lo cruzó. Quizá era la primera decisión, pero antes dudó y reflexionó.
Pero duda no es desconfianza, nunca debe de serlo. La desconfianza es algo negativo y lo negativo nunca podrá ser un pilar fiable de nada, menos de la sabiduría. Duda es plantearse si algo se hace bien o si es mejor otro repaso para mejorarlo.

Lo dicho, mi primer pilar para edificar el edificio de la Sabiduría desde el fondo profundo del valle donde corre el arroyo de nuestro pensamiento es la Duda y su Reflexión




No hay comentarios: