miércoles, 19 de marzo de 2008

Montaña que fue

Por mas que miro el ventanal,
por mas que atravieso la ramas
desnudas por el manto invernal
es azul el color que golpea mis retinas.

Miro el ventanal sin mácula, irreal.
mostrando en falso ese mundo armonioso
en el que las huellas no quedan marcadas
por el lento caminar de tantas almas indefensas.



Maldigo tal suelo que no demuestra el paso
del cansado esfuerzo por quienes sangran
verdadera espuma de sal por miles de poros
al empujar por algo en lo que ya no sueñan.

Maldigo tal suelo que no demuestra el paso
al vagar entre jornadas unidas ya solo por el calendario
de unos tiempos vencidos que ya no alcanzan
pues sin la fe ya no mueven la montaña
que poco a poco ya solo como duna se siente
donde millones de granos se dejan, se pierden
olvidados, ajados por la ya exigua ligazón
de su minúsculo peso inconsciente del verdadero ser.

Duna o montaña, estable o vagabunda, eso soy.

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