sábado, 18 de agosto de 2007

Nada (5)

...
- Si todo y me alegro de que te guste. Puedes comerlo todo, además de subirme la moral no tengo hambre. En cambio me beberé otro trago del verdejo este que va a acabar por alcoholizarme
Una mueca agradable surgió de aquellos labios que parecían preparados para besar en cualquier momento. “¿Quién sabe?, igual de esta surge una relación y mi vida... pero no, dejémoslo estar que ya estoy amoratado de tanto fracaso”. Yo mismo me lo guisaba y comía todo sin preguntar, como siempre.
Dejando un poco de lado mis dotes de Don Juan me enfrasqué en su misteriosa aparición. Esperaba que mis artes culinarias y la ayuda de mi siempre dispuesto amigo Baco me hubieran allanado el camino.
- Fue toda una sorpresa tu aparición. La verdad es que pudiste haberte matado y el compañero de tu coche me da que no te apreciaba mucho porque no se percibían buenas maneras para hacerte bajar del coche.
Ella me miró sin sonreir. Mi ironía estaba dando al traste to aquel despliegue anterior. Mantuvimos la mirada, bueno mas bien fue ella la que me sujetó mis pupilas durante unos interminables cinco segundos. Al final habló.
- Tienes razón aunque no le vea la gracia a tus frases. En fin, creo que te debo una explicación.
“¡Bieeen!, Aníbal, tu primer triunfo con una mujer en veinte meses”. La invité a sentarse en el sofá sobre el que la había desnudado mientras corrí a hacer el café mas aromático y sensual que pudiera salir de mi cafetera italiana marca “Zanzíbar”, la de toda la vida.
- No se por donde empezar. En fin, lo haré por lo mas sencillo. Me llamo Patricia y trabajo como interprete en el centro de control de la base de Rota. Sin querer parecerte muy presuntuosa, además de hablar Inglés, Francés y Alemán, domino el árabe en todas las variantes desde Jordania hasta Marruecos. Mi trabajo tan solo es traducir y traducir conversaciones de radio o internet durante ocho horas. Algo agotador, sobre todo por las cosas tan “interesantes” que tengo que escuchar continuamente.
- Por lo que dices no es que sea muy apasionante, pero sigue. ¿ Algo más para comer con el café?
- No gracias, estoy llena.
Sonreía al decirlo y eso seguramente hacía que mi cara entonteciese en aspecto como un colegial. Y es que tanto brillo dental entre labios rojos como la bandera de la china popular atontarían hasta a Arturo Fernández en sus mejores tiempos.
- La cosa comenzó ayer por la tarde cuando un teniente, Coling Smith, un tío bastante bueno al que le andaba yo rondando, se paró en el centro de información y me invitó a la fiesta que organizaban sus colegas en la dependencias americanas de la base. Pues como te supondrás había que aprovechar la coyuntura, así que allí me fui
“Y la tía no se corta con sus conquistas, y mientras el que suscribe cortándose. Tendré que pedirle docencia”...

1 comentario:

Margot dijo...

Tu histo de ligue genial!!!
La puedes mejorar si sigues contando mas detalles.jajajajaaj
Pero me he enamorado de esa bocaaaaaa,
Me la quedo para mi blog, te importa? a cambio te doy un nminuto de gloria en el mio, ajajajaja
Es broma corazón, no mereces gloria, ya la llevas encima.
Besos.
Margot