jueves, 2 de agosto de 2007

Quien Navega... (4)

... – de aquí no se mueve nadie. Una vuelta y todos a la barra que parecéis nenazas. ¡Ah!, Y que no se vuelva a repetir mas desprecios a nuestro afamado tabernero, ¿verdad, Cara Cortada?
El extraño sujeto llamado Cara Cortada esgrimió una mueca como para sonreir y escupir a la vez. La cara del que les habló era tal la de un “Capitán Garfio” cualquiera venido algo a menos. No cumpliría ya los cincuenta años o al menos eso aparentaba su rostro surcado de al menos tres cicatrices mal curadas. En realidad no tendría mas de treinta y cinco pero el grog hace mucho daño y no siempre se puede trasegar el buen ron jamaicano.
- ¿Estáis asustados, eh?, normal, todo el que cae por el ojo de Cetus llega con la misma cara.
- Pero, ¿dónde estamos?. Hace unas horas avistábamos la Punta del Gallo, habíamos salvado un temporal con daños importantes en nuestro bergantín y queríamos arribar para reparar y ver a nuestras familias.
- ¿Punta del Gallo?. ¡Ja, ja, ja!. Aquí el único gallo que hay es el Gran Duque y será el que os diga que habréis de hacer. Cetus y él son los dueños y señores de nuestro inframundo y si os han escogido será porque sois los indicados
- ¿Indicados?. ¿Para qué?. ¿Qué cojones es eso del inframundo?
- Mira al patroncito que farruco se pone. Pequeño e insignificante aduja cabos, estás en el pasado, en el mundo irreal que ya no existe pero que se mantiene vivo mientras no se ajusten unas determinadas cuentas que ni la justicia divina pudo terminar. Y para eso quedó aquí el Gran Duque que juró fidelidad eterna a Cetus mientras este le ayudase. Esta vez sois vosotros esa ayuda y no saldréis de aquí hasta que eso se haya cumplido. ¿Esta claro?. ¡Y ahora todo el mundo a beber y a esperar su llegada!...

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