
En el día de los sueños por excelencia que ya toca a su fin, sólo deseo que continúe cumpliéndose que cada día que termine con la meta de un sueño, algo que no tenga su valía en su valor material, en su tamaño real o en su importancia externa. Que tengamos sueños toda la vida, un sueño cada día. Pequeño, sin demasiadas aspiraciones, pero plantearse cada mañana al afeitarse, al maquillarse o al ducharse un sueño para ese día, con tu mujer, hombre o con el espejo, no hay que agobiarse por la situación personal, pues es suficiente para ello estar vivo y de pie.
Quién sabe, quizá cada noche al esconderte bajo las sábanas tu almohada te susurre al oído, “¡lo lograste, lo lograste!”, o “ánimo el de mañana te saldrá fijo”. Soñar es creer y creer ya es vida, no importa tanto en lo que creas pero sí que lo hagas.
2 comentarios:
Hace tiempo, un buen tiempo, asistí auna reunión de Alcohólicos Anónimos, descubrí como es que se mantienen sobrios las veinticuatro horas: "Hoy sí" es su lema, es decir: este día no voy a tomar.
Esa táctica es práctica en nuestra vida diaria, hoy, hoy, hoy.
Soñar no cuesta, construir sueños. . . tampoco. Construyamos unos por "HOY" como tú lo dices, tal vez de "HOY" en "HOY" contruyamos uno fijo, el de mañana.
Gracias por recordármelo,va por hoy.
Buena salud a todos.
A seguir soñando... Morimos un poco cuando dejamos de hacerlo, el misterio se apaga, la magia ya no salta.
Es bueno ser un soñador incansable, muchas veces es lo que nos mantiene alertas para seguir creciendo.
Excelente este post, Josu.
Un abrazo.
Alicia.
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