miércoles, 9 de enero de 2008

Alma Atormentada


Los pasos cansados de aquel alma atormentada
susurraban sueños rotos por la decepción.
Los enigmas se sucedían en su mente causando dolor,
dolor punzante, dolor ardiente por la derrota no planificada.

Su pelo entrecano dibujaba esa barba tierna y acogedora
como la del anciano que en su alma fue naciendo
lenta y delicadamente, sin sentir apenas el cambio
hasta tupir su alma de hojas caducas y sin retorno.

Cuando observaba la vista en derredor nada veía,
nada que no fueran las imágenes de su propio terror.
Disfrazando el ánimo con esmero al menos mitigaba el dolor
algo inexplicable pues todo era un mundo mejor.

Mientras el sol brillaba en su mágico esplendor
generoso y valiente entregando su calor
a quien lo quisiera a quien lo deseara .
Mientras la hierba crecía, las almas sonreían
este alma no aceptaba, no recibía, no compartía.
No se lo enseñaron, no lo aprendió.

Despacio se apagaba mientras su cuerpo reía,

Despacio su alma se moría…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

He sentido un escalofrío al leerla. El título ya rasca el corazón.
¡Qué triste llegar a anciano y ser sólo apariencia! ¡Qué soledad!
¡Qué pena no saber gozar del sol, no compartir su calor, estela de avaricia autodestructiva!
Me produce tristeza pero a la vez ternura, un tierno piloto de alarma que dice ¡despierta! ¡antes que tu corazón sucumba a este mal insidioso!
Cada verso tiene un sentido,
la poesía es bellísima.

José Luis dijo...

Crecer sin crecer, ese es el punto.

Cuántas almas atormentadas están ahí, en nuestro cosmos, ahí habitan, ahí enraízan.

Todos los días rozamos con ellas, en el metro, en la oficina, en autobús, en nuestras instituciones.

No es fácil cohabitar con ellas, pero si permisible.

Cuidemos de no hallarnos con un alma de esas en el espejo de nuestra recámara, ni en los retratos de los muros de la habitación, eso sería pernicioso.

Buena salud a todos.

Anónimo dijo...

Olvida las almas atormentadas y libera la tuya, dejala que vuele. Tu poema denota sensibilidad y hermosura, pero mucha amargura y vacio

Anónimo dijo...

Es curioso como una poesía puede tener lecturas tan dispares.
El poso que me ha dejado ha sido dolor, desesperanza, pena por esas almas,
que como dice José Luis, seguro que muchas están a nuestro lado y
(esto lo digo yo) vestidas de alegría ocultan a los demás y a sí mismas su propio vacío y amargura.
No creo que un alma así sea capaz de verse tal cual es en un espejo, propio o ajeno, pues éste sólo refleja lo que ella quiere ver; más bien, proyectan en los demás su malestar re-sentido.
Brillante reflexión en tu sensible mirada, Blas.
Un placer tus palabras.