martes, 20 de mayo de 2008

A los seis de cada martes

XII ( Dedicado a los seis de cada martes)


Calor, fuego en la mirada
luz intensa rayando la faz
muere la mente, huye la idea
estridencia en las voces
retumbar de conciencias.
Como un espectro el miedo fluye
poderoso sobre la estancia vacía
de aliento mortal sobre ojos borrosos
se ríe cruel mientras la sombra crece.
Al que resiste el corazón ennoblece
mas la duda que sobre el cable mece
llena su pozo de fieros presagios.
Jirones de fría espuma mortal
leones virtuales de abiertas fauces,
las manos abiertas, los brazos en cruz.


Inmóvil el cuerpo ante tanta inquina
resabio amargo de la resina del mal
donde los poros negruzcos del hollín infernal
desovan sus crías esperando la señal.
Lejos de ese mal pervive el viento
soplando desde el infinito final
donde esperan ver arribar
los ángeles negros con su pecado mortal.
Hacer cuentas, hacedles pagar.

1 comentario:

Armida Leticia dijo...

Me gusta que escribas y hagas versos con rima, los poetas modernos ya casi no la utilizan.

Saludos desde México.