domingo, 25 de mayo de 2008

Nostalgia Contenida

Estas imágenes son reales, solo queda esperar, aguantar y desear que todo funcione, que nada se pare. Fijar los platos a la mesa, atornillar la silla al suelo, desayunar, come o cenar y cada uno a su puesto.

Paciencia para poder conciliar el sueño cuando dispones de tiempo para descansar, compañerismo y contención en las miradas. Pueden pasar muchos días así. Recuerdo mas de cinco días al norte de Azores rumbo a Filadelfia en el que navegábamos escasamente 20 millas al día cuando lo normal son unas 350. Cada golpe de mar acostado te despertaba quedando a la espera de que el run run de las máquinas certificaran la vida del buque y su gobierno. Recuerdo salir a la carrera en una parada en medio de aquella batalla infernal.

No hay cubierta, tan sólo el color blanco barre la cubierta de nuestro petrolero.
Después la calma, los daños inimaginables si no se ven y tocan, no se creen.

En la imagen podéis ver la cubierta de un petrolero parecido a la de varios en los que viví diversas experiencias parecidas, mayores y menores. Viento duro de través, olas por la amura y cubierta castigada por Eolo y Poseidón con ganas de cobrarse una ancestral deuda.

Veo estas imágenes y algo renace en mi interior, una atracción mezclada de nostalgia por la verdadera libertad encerrado entre un rectángulo de 300 metros por 50. Un lugar donde se puede percibir la pertenencia a un grupo que enfoca los días a sobrevivir entre orilla y orilla, lugares que no son mas que anécdotas de la verdadera vida sobre la mar.

Esta tarde salgo a navegar a vela en un pequeño velero de 10 metros. Hace diez meses que no lo hacía y estoy deseando sentir el sabor salado de los rociones en mis labios. Volveré cuatro horas después, no cuatro meses mas tarde como en otros tiempos pero estoy seguro que hay mas días por la proa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Disfruta de esas horas y de las que están por venir. Feliz viaje, Buenaparte

Armida Leticia dijo...

¡Impresionante video!,y el hecho de que tú hayas vivido algo parecido, te trae recuerdos y nostalgia. Gracias por compartir con nosotros, lectores, tus relatos e historias.

Saludos desde México.

Silvia dijo...

No sabes en este momento, con todo el respeto que me impone el mar, lo muchísimo que te envidio.
Espero que disfrutases de la travesía y tuvieses buenos vientos.
Un abrazo