miércoles, 20 de febrero de 2008

El Eclipse y su Mirada (1)

Armida Leticia cuenta en su magnífico Blog que el próximo día 20 tendremos un eclipse total de luna. Según comenta, nosotros los humanos a bordo de este planeta, nos pondremos delante de ella sin dejar que un solo rayo de Helios la acaricie, sin permitir que ella con su desdén habitual nos devuelva las migajas de tanta luz.



Espero que las eternas nubes que se detienen con afición sobre nuestra costa cantábrica tengan a bien esa noche coger otros derroteros, surcar el mar rumbo norte donde no haya nadie que este esperando para verlo y disfrutarlo.

Quisiera imaginarme en otro tiempo aunque en el mismo lugar, por ejemplo viviendo en la alta edad media, allí donde la ignorancia era dueña y señora de casi todos los seres humanos mientras luchaban por sobrevivir entre la gleba, las guerras del señor de turno, las arengas temibles desde un púlpito de madera por un clérigo casi igual de ignorante que ellos, las epidemias crueles e irrespetuosas frente a la edad, frente al sexo, frente al dinero; tantas cosas tan distintas y con algo en común, la muerte al final de sus mantos de miseria. Desde luego me gustaría ser ese señor feudal de viaje por la comarca, invitado por el verdadero señor.

¡Vaya! Parece que lo he conseguido... ¡Si! Estoy en medio de un camino que me suena y delante de mi va otro hombre con aspecto señorial. Esta claro, mi reloj con calendario perpetuo me lo confirma, 20 del 2 de 1008. No os preocupéis, que entre el jubón y la cota de malla he conectado una web cam y os podré ir contando lo que veo en los prolegómenos del fatal suceso que se rumorea va a ocurrir esta noche entre el 20 y el 21 de febrero de 1008.
Hace viento del sureste, una dirección extraña por estos lares según me comenta Don Fadrique, el señor de estas tierras.

- El pueblo esta revuelto, el maldito fraile este que nos dejó caer aquí la Iglesia, mas parece haber llegado del mismo infierno, ¡vive dios! Tiene a todo el pueblo amedrentado con no se que extraño maleficio que llegará esta noche. Todo por culpa de tanto secreto con esto de los astros. Si no fuera por que me los tiene bien mansos, esta mano sería fiel castigo sobre su hueca cabeza.
- ¿Qué contáis, Don Fadrique? ¿De qué maleficio habláis?
Don Fadrique fue contándome aquel “terrible y pavoroso” suceso, algo que no era mas que un eclipse de Luna. No veo yo a este Señor de la Gleba muy pío, pero si parece que sabe lo que no debe y a quién no debe tocar. Mientras, a un trote cansino vamos acercándonos a la aldea de Gauzón. Estamos cerca ya, puedo ver cómo un castillo se yergue orgulloso en la colina que cierra aquel villorrio compuesto de casuchas separadas por callejuelas estrechas, que mas parecen encauzar arroyos de aguas sucias, que servir como nexo de unión entre la ignorante población.

Según pasamos por la callejuela principal las gentes nos hacen reverencias toscas y sin mucho arte si las comparamos con las que uno esta acostumbrado a ver en las películas de Robin Hood. Los niños detienen sus juegos y a lo lejos se puede escuchar los gritos de aquel clérigo fanático. Rehén de sus propios miedos y buen instrumento de la Santa Iglesia si que parece. Don Fadrique con un bufido, quizá un poco harto de tanta profecía y malos augurios tensó las riendas de su cabalgadura y apretó el trote hasta plantarse el junto con el silencio del miedo frente al clérigo y sus amedrentados feligreses; la verdad es que miro a los pasmados feligreses y me da que no saben a quién tener mas miedo a quien temer, si a la mirada crepitante en elfuego religioso o a la mano decidida de su señor Don Fadrique. La voz marcial les quitó de dudas
- ¡Clérigo! ¡Deja ya tu discurso y acércate hasta mi montura!...

1 comentario:

Armida Leticia dijo...

Gracias por mencionarme en tu blog. Escribo este comentario a las 10:55 PM del 20 de febrero, el eclipse está concluyendo y desafortunadamente, hubo momentos durante el fenómeno, que no se pudo ver... por las nubes.

Me gusta como escribes, es un placer leer tus relatos.

Saludos y un abrazo.